Rosemary Rogers
Tiempo de Traiciones: Había descubierto dentro de sí misma una fuerza de espíritu que le iba a
permitir luchar por lo que realmente deseaba...
Después de que la abandonaran en el altar, Talia
Dobson sufrió una nueva humillación: ¡tener que casarse con un sustituto! El hermano
mayor de su prometido huido había decidido afrontar las consecuencias de la
irresponsabilidad de su hermano. Talia siempre había sentido una secreta
atracción hacia Gabriel Richardson, el guapísimo conde de Ashcombe. Pero
después de la boda y de una sola noche de pasión, él la mandó al campo sin
sospechar que ese único encuentro había despertado dentro de ella un fuego
intenso y completamente nuevo. Por muy lejos que estuviese su bella esposa,
Gabriel no podía dejar de pensar en ella y, cuando se enteró de que la habían
secuestrado unos espías franceses, el conde tuvo miedo de perder para siempre
lo que apenas acababa de descubrir. Pero la mujer a la que iba a intentar
salvar ya no se parecía en nada a la joven tímida que había enviado a su solitaria
casa de campo. La nueva Talia estaba dispuesta a reclamarle a su marido lo que
merecía y deseaba.
Rosemary Rogers, Tiempo de traiciones.
ResponderBorrarLa trama me llamó la atención pero su desarrollo no me gustó.
Hay una mezcla de aventura con romance,pero realmente vi más de lo primero que de los segundo. Hay el uso de lenguaje rudo y frontal q no corresponde con la epoca. Al menos no son maneras ni leguaje apropiados a los miembros d una clase "superior", educada y epítome d la civilización europea decimonónica.
Entiendo que hay secuestro y que los secuestros no suelen ser aderazados con dialogos educados,
pero resulta que el lenguaje chavacano viene desde el comienzo de la novela e incluso es usado por el ilustre conde para manifestar su molestia. Hablaba como todo un ordinario del siglo XX, creo que incluso un mozo de cuadras de XIX habría empleado otro lenguaje. Pero no era solo él, ella cuando se molesta no logra mantenerse en el siglo XIX.
Y al final, sobre todo, vi algunos dialogos innecesarios y reiterativos. Pienso que pudo se un buena novela, pero que le faltó pulir.
En fin, se supone bonita, pero no me gustó.
No por eso dejo de recomendarla. En medio de todo no puedo decir que sea mala. Es sol eso, el tema del lenguaje, que no logró trasaldarme al siglo XIX.
Se que habrá lectoras que la disfrutaran.