lunes, 25 de septiembre de 2023

Samantha Holt

                                                          Serie Novias Ilustradas                                                                    Como dice mamá, ¡cada vez que un lord viene a Herefordshire, se casa con una de nuestras chicas!

1-Amelia Y El Vizconde:

Después de que sus hermanas la persuadan de que la única manera de superar su amor por lord Nicholas Wentworth es escribir sobre él, Amelia dedica ríos de tinta al tema. No esperaba, sin embargo, que esa información acabara en manos de Nicholas.

2-Julia Y El Duque:

A Julia no le interesa lo más mínimo que un flamante duque se haya instalado en su aletargado pueblecito, y menos aún cuando se entera de su escandaloso comportamiento en Londres. El guapísimo duque de Weston llega envuelto en rumores de deudas de juego, relaciones ilícitas y reyertas de taberna. Pero además pretende construir un molino en el paraje natural favorito de Julia, lo que dejará sin hogar a sus queridas nutrias.

Todo sería más sencillo si el apuesto duque no disfrutara tanto haciéndola rabiar. O si no se empeñara en seducirla y en fingirse interesado en ella. Aun así, toda esa cháchara sobre su gusto por las pelirrojas y las pecas no hará que Julia se olvide del peligro que corren sus queridos animales.

3-Emma Y El Conde:

Teniendo un duque y un vizconde por cuñados, Emma cada vez recibe más atenciones de los muchos solteros interesantes de la alta sociedad, lo que es una novedad para esta pelirroja pecosa y con inquietudes intelectuales que preferiría estar haciendo cualquier cosa antes que bailar con caballeros a los que solo les interesa por sus contactos.

El matrimonio no es para ella.

O no lo era hasta que un tal lord Radcliff, un verdadero libertino, la puso por accidente al borde de la deshonra. En realidad, ninguno de los dos podía imaginar que terminarían enredados en un lío tan grande que la única manera de salvar la reputación de Emma —y la de su hermana menor— sería casarse con él.

Aunque apenas conoce al conde de Radcliff, Emma está dispuesta a poner al mal tiempo buena cara. Al fin y al cabo, aprende deprisa. Quizá pueda aprender a ser una buena esposa y una condesa competente.

Por desgracia, el conde esconde algunos secretos. Emma no sabe cuáles son, pero uno de esos secretos hace que Radcliff aborrezca el campo, y eso no puede ser. Ella detesta Londres y está dispuesta a hacer cualquier cosa para quedarse en el campo, cerca de su familia y sus amigos. De alguna manera, mientras afronta las nuevas experiencias —y deseos— que conlleva su matrimonio repentino, habrá de persuadir a su flamante marido de que la campiña es el lugar ideal para ellos.

 4-Catherine Y El Marqués:

A Catherine solo le interesa observar las estrellas. Pero, por desgracia, su madre tiene otros planes. Ser la única hermana Chadwick que aún no se ha casado equivale a innumerables sombreros nuevos, vestidos y veladas en las que departir con codiciados solteros. La mayoría de las jóvenes debutantes lo consideraría una oportunidad estupenda, pero Catherine no. El matrimonio quizá sea para sus hermanas mayores, pero no es para ella.

La llegada del flamante marqués de Thornefield, todavía soltero, no le facilita las cosas. La matriarca de la familia Chadwick está convencida de que su llegada es cosa del destino y de que el marqués se enamorará de Catherine, igual que otros aristócratas se han enamorado de sus hermanas.

Por suerte para ella, al marqués no parece interesarle en absoluto.

A fin de cuentas, ¿quién quiere casarse con un hombre tan severo y ceñudo? Catherine tiene cosas mejores en las que pensar. Cosas como sus brazos fornidos, su destreza con los caballos y… No, el marqués no la atrae lo más mínimo, y ni su madre —ni, al parecer, sus hermanas— podrán hacerle cambiar de idea, por más que se empeñen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

No se envían libros por mail. Los mensajes ofensivos seran eliminados inmediatamente. Gracias por leer aquí