Gail Link

                                                             Wolf’s Embrace:                                                                               “Irlanda 1476‎‎

“Siobhan.” ‎

La voz tronó en la pequeña habitación. “¿Me oíste?” ‎

“Sí, tiarna.” ‎

‎”Entonces haz lo que te he dicho.” ‎

‎”¿No pensarás en esto?”, Preguntó la anciana, con la esperanza de que lo reconsiderara. ‎

La cara del hombre reflejo alivio cuando el fuego de la chimenea relajo los músculos tensos de su cara.

‎Parecía estar tallado de la misma roca dura que conformaba las paredes de su castillo y la chimenea en su cámara donde estaba sentada en ese momento. Este era el rostro de un hombre que no sabía el significado de la palabra compromiso. Varios de los perros que habían estado sentados a sus pies se levantaron con él, esperando el mando de su amo.

‎Bajó la mano y acarició los oídos del perro más grande, un gran bruto que respondió con un gruñido de satisfacción.  ” Lo que he pensado debe hacerse.”