Johanna Lindsey
LA NOVIA CAUTIVA: Las estrellas brillan en la noche del desierto, todo es perfecto para el amor… Sin embargo, el terror acecha a Christina
Wakefield. Para huir de las garras del temible Philip Caxton, había insistido -en un acto caprichoso y temerario- en
acompañar a su hermano John desde Londres hasta El Cairo. Ahora es prisionera de un desconocido, Abu, que la ha
raptado llevándola a galope tendido sobre su veloz caballo hasta un campamento escondido...
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ResponderBorrarJOHANNA LINDSEY. La Novia Cautiva.
ResponderBorrarEs una novela espantosa.
Y no lo es sólo por tema de la violencia sexual. Cierto, no se produjo una violación dura, pero hubo una situación de abuso sexual sostenido y grave. Fue un proceso de seducción no deseado inicialmente por parte de la chica, en un entorno donde ella es prisionera y se ve físicamente forzada a recibir las caricias del galán. Es una violación tanto física como psicológica en toda la regla. Toda la historia es repulsiva. El tío es un hombre horrible, dominante, que decide quebrantar el espíritu de la chica hasta que lo consigue. Ella se rinde, esto es, cae enferma pues se enamora de él a pesar de su abuso.
¿Cómo se llega a eso?
SPOILER…
Dado que en un principio ella lo rechaza y no quiere nada con él, el hombre la secuestra pues no admite una negativa. A él nadie le dice que no. La mantiene cautiva durante 4 meses durante los cuales la seduce día a día y la somete gracias al Síndrome de Estocolmo. A esas alturas, ya ella ha perdido toda su estima y ni interés tiene en volver a su vida anterior. Solo quiere estar con él hasta que el hombre se canse de ella y decida buscarse otra amante.
Luego, cuando ella ya está de vuelta a la “aparente seguridad” de la casa de su hermano, ha dado a luz a su hijo y empieza a recobrar algo de su vida, el tío repulsivo la busca de nuevo y logra instalarse en aquella casa con el consentimiento de su dueño y con el propósito de acosar nuevamente a la chica. (Claro, bondadoso que es, ahora sí está dispuesto a casarse con ella y a reconocer a su hijo). Ese hermano es más que tonto, es imbécil, y obviamente está de adorno pues es incapaz de proteger a su propia hermana. Al contrario, le permite al repulsivo macho que se instale en su casa para supuestamente permitirle conocer a su hijo.
Mientras, el pobre novio de ella tiene que soportar a diario que el padre del niño de su prometida (quien encima se niega a fijar fecha para la boda pues realmente no desea casarse con él) lo irrespete continuamente. Realmente lo burlan e irrespetan los dos al pobre hombre, hasta que éste se obstina, se vuelve loco e intenta matarlos. Lástima que no lo consiguió. Esta historia habría quedado mejor como tragedia, con todos tirados, caídos en el salón del hermano, incluido éste último.
En medio de todo esto, el galán (quien jamás se arrepiente de nada), sigue siendo objeto de veneración por parte de la tía, tan necia, que intentar dar su vida por él cuando el enloquecido prometido intenta dispararle. Es como para meter a todos en un manicomio, no solo al frustrado homicida.
FIN DEL SPOILER
Creo que es la peor historia “de amor” que he leído en mi vida. No sé ni cómo calificarla. El adjetivo de “nauseabunda” es delicado y benigno.
Obviamente, esta novela no debería ser considerada como parte del género de romántica. O tal vez sí, para que sirve de modelo y de estudio al tema desde una manera crítica, y pueda ser ubicado como parte del contexto de una época. Y no me refiero solo al siglo XIX, sino a las últimas tres décadas del siglo pasado, cuando fue publicada la novela y tuvo muchas lectoras entusiastas.